Editorial Alfaguara
Año de edición: 2009
Novela Histórica / Política
ISBN: 978 84 204 7473 1
464 páginas
Un escritor español viaja a Santiago de Chile para presentar una novela. Una vez allí recibe la llamada de alguien que le ofrece unos documentos que “desenmascararán” a Salvador Allende, una de las grandes figuras históricas del siglo XX. La narración se inicia con un capítulo de la vida del protagonista que transcurrió en Cuba y que le hace merecedor de la confianza de ese personaje desconocido que parece haberle elegido para abrir los ojos al mundo sobre la gran mentira de Allende. Una cita en un hotel y un asesinato darán inicio a una búsqueda a través de múltiples indicios y hechos reales de la historia más reciente de Chile.
Un libro sobre Chile y sobre una figura tan importante, y admirada por mí, como la de Salvador Allende fueron dos puntos a favor a la hora de decidirme a leer este libro. Siempre me ha interesado la historia de Chile desde que, siendo muy niña, me tocaron el corazón unos relatos sobre la cruel dictadura de Pinochet.
Las manos cortadas reunía muchos otros ingredientes más para convertirse en una lectura atractiva, sin embargo, he de confesar que, muy a mi pesar, me costó muchísimo centrarme en la lectura, dejarme atrapar por el libro. Ocurre que la enorme cantidad de datos históricos que el autor presenta hicieron que me perdiera en determinados momentos y que mi atención no lograse quedar atrapada en lo que me estaban contando.
Aún así, yo seguía en mi empeño ya que encontraba sumamente interesantes los hechos históricos que se narran y, por supuesto, la trama de la ficción que el autor inventa. No me ayudaron demasiado los larguísimos párrafos ni un capítulo de más de cuarenta páginas. Pese a todo, seguía y seguía leyendo para saber si el protagonista de Las manos cortadas acabaría escribiendo una novela “a favor o en contra de Allende”.
Y seguí leyendo. Y conseguí meterme de lleno en el libro y disfrutarlo. Por fortuna las partes de pura historia dieron paso a una trama muy interesante que dejó al descubierto el registro más literario o novelesco del autor. Así, concluí el libro satisfecha y pensando que había merecido la pena seguir leyendo.
Luisgé Martín nos acerca a la dicotomía que se sigue viviendo en países que han sufrido una dictadura, como es el caso Chile o de España, y que nos presenta a partidarios y detractores de los dictadores en igual número y medida. A lo largo del libro el autor nos muestra los dos lados de la moneda dejando ver que buenos y malos los hay en ambos lados, pero también queda patente que una dictadura, el asesinato y la tortura indiscriminados no tienen excusa ni perdón.
Martín establece en numerosas ocasiones a lo largo del libro paralelismos entre el Pinochetismo y el Franquismo. Durante toda la novela nos presenta la ancestral lucha de lo que quieren perpetuar el orden establecido a base de injusticias y enormes desigualdades sociales y los idealistas que quieren cambiar eso. Todo ello llega a nosotros a través de la historia de los Savonarola, Sandra Flechart, Cecilia Irigarte, Victoriano Larrañaga… El autor también nos hace reflexionar sobre lo fácil que sería manipular la historia y sobre la ambición, la traición y el engaño. De igual manera nos presenta a un Allende que, al margen de los errores que pudiera haber cometido, siempre tuvo “las manos cortadas” ya que la CIA y los oligarcas chilenos conspiraron desde el primer momento en su contra.
Las manos cortadas es, en definitiva, un libro muy recomendable para todos aquellos que disfruten con el género político, el histórico e incluso el género policíaco (en este caso la labor detectivesca la lleva a cabo el escritor). Un libro de intriga en el que sus personajes juegan al engaño para parecer lo que no son dentro de una sociedad de clases en las que el pobre es discriminado y despreciado.
Año de edición: 2009
Novela Histórica / Política
ISBN: 978 84 204 7473 1
464 páginas
Un escritor español viaja a Santiago de Chile para presentar una novela. Una vez allí recibe la llamada de alguien que le ofrece unos documentos que “desenmascararán” a Salvador Allende, una de las grandes figuras históricas del siglo XX. La narración se inicia con un capítulo de la vida del protagonista que transcurrió en Cuba y que le hace merecedor de la confianza de ese personaje desconocido que parece haberle elegido para abrir los ojos al mundo sobre la gran mentira de Allende. Una cita en un hotel y un asesinato darán inicio a una búsqueda a través de múltiples indicios y hechos reales de la historia más reciente de Chile.
Un libro sobre Chile y sobre una figura tan importante, y admirada por mí, como la de Salvador Allende fueron dos puntos a favor a la hora de decidirme a leer este libro. Siempre me ha interesado la historia de Chile desde que, siendo muy niña, me tocaron el corazón unos relatos sobre la cruel dictadura de Pinochet.
Las manos cortadas reunía muchos otros ingredientes más para convertirse en una lectura atractiva, sin embargo, he de confesar que, muy a mi pesar, me costó muchísimo centrarme en la lectura, dejarme atrapar por el libro. Ocurre que la enorme cantidad de datos históricos que el autor presenta hicieron que me perdiera en determinados momentos y que mi atención no lograse quedar atrapada en lo que me estaban contando.
Aún así, yo seguía en mi empeño ya que encontraba sumamente interesantes los hechos históricos que se narran y, por supuesto, la trama de la ficción que el autor inventa. No me ayudaron demasiado los larguísimos párrafos ni un capítulo de más de cuarenta páginas. Pese a todo, seguía y seguía leyendo para saber si el protagonista de Las manos cortadas acabaría escribiendo una novela “a favor o en contra de Allende”.
Y seguí leyendo. Y conseguí meterme de lleno en el libro y disfrutarlo. Por fortuna las partes de pura historia dieron paso a una trama muy interesante que dejó al descubierto el registro más literario o novelesco del autor. Así, concluí el libro satisfecha y pensando que había merecido la pena seguir leyendo.
Luisgé Martín nos acerca a la dicotomía que se sigue viviendo en países que han sufrido una dictadura, como es el caso Chile o de España, y que nos presenta a partidarios y detractores de los dictadores en igual número y medida. A lo largo del libro el autor nos muestra los dos lados de la moneda dejando ver que buenos y malos los hay en ambos lados, pero también queda patente que una dictadura, el asesinato y la tortura indiscriminados no tienen excusa ni perdón.
Martín establece en numerosas ocasiones a lo largo del libro paralelismos entre el Pinochetismo y el Franquismo. Durante toda la novela nos presenta la ancestral lucha de lo que quieren perpetuar el orden establecido a base de injusticias y enormes desigualdades sociales y los idealistas que quieren cambiar eso. Todo ello llega a nosotros a través de la historia de los Savonarola, Sandra Flechart, Cecilia Irigarte, Victoriano Larrañaga… El autor también nos hace reflexionar sobre lo fácil que sería manipular la historia y sobre la ambición, la traición y el engaño. De igual manera nos presenta a un Allende que, al margen de los errores que pudiera haber cometido, siempre tuvo “las manos cortadas” ya que la CIA y los oligarcas chilenos conspiraron desde el primer momento en su contra.
Las manos cortadas es, en definitiva, un libro muy recomendable para todos aquellos que disfruten con el género político, el histórico e incluso el género policíaco (en este caso la labor detectivesca la lleva a cabo el escritor). Un libro de intriga en el que sus personajes juegan al engaño para parecer lo que no son dentro de una sociedad de clases en las que el pobre es discriminado y despreciado.
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