(The gift of rain)
Tan Twan Eng
Traducción al castellano de Carmen Torres García
Editorial: Berenice
Primera edición: noviembre de 2008
Género: Novela / Ficción Histórica
ISBN: 978-84-96756-99-1
524 páginas
Penang 1939. Phillip Hutton es el hijo menor de uno de los grandes magnates de la industria del caucho de Malasia. Nacido del segundo matrimonio de su padre, hijo de padre inglés y madre china, no acaba de encontrar su lugar en el mundo y ni siquiera en el sí de su familia. Su destino es siempre estar entre dos mundos.
Un buen día que se encuentra solo en casa, ya que toda su familia se ha marchado de viaje a Inglaterra, conoce a un diplomático japonés que viene a pedirle que le preste un bote para acceder a la isla que el padre de Phillip le ha alquilado. Endo-san, el japonés, se convierte en el maestro de aikido del chico, en su sensei, y le mostrará un nuevo mundo y una nueva filosofía de vida que le harán ir madurando poco a poco, encontrar su equilibrio personal y también su lugar.
Pero la Segunda Guerra Mundial, la invasión de Malasia por parte de los japoneses y todo lo que conlleva el verse inmerso en un conflicto bélico harán que su mundo se venga abajo. Una vez más se verá atrapado en la dualidad de su vida, condenado a estar siempre en medio de las cosas. Por un lado su lealtad al maestro, por el otro su familia, su país y todo lo que ama y en el centro de todo él. La devastadora invasión japonesa le llevará a colaborar con los enemigos para proteger a su familia. Convertido en un colaborador de los japoneses, en un perro lacayo, tendrá que ver morir a muchos de los suyos para que, harto de asistir impotente a su violencia y su crueldad, lo ponga todo en duda e intente hacer lo que considera justo luchando, en ocasiones, contra los dictados de su corazón.
El libro se inicia cuando Phillip recibe en su casa la visita de Michiko, la mujer que ama a Endo-san más allá de la muerte y se ve obligado a contarle todo lo referente a su relación con él. En el relato se nos desvela la historia del abuelo chino del chico, el modo en que falleció su madre, la historia de Endo-san, la profecía de la adivina, los propósitos de la amistad de Endo-san, la existencia de un nexo indisoluble entre los dos protagonistas desde mucho antes de conocerse… y muchísimas cosas más.
Quienes me conocen saben que un libro con un título hermoso, si además está escrito por un autor de nombre exótico e impronunciable, tiene muchos números de caer en mis manos. También tiene muchas posibilidades de gustarme como me ha ocurrido con “El don de la lluvia”. Muchas veces elijo libros simplemente por su título. Tal vez no parezca un buen criterio pero a mí me da muy buen resultado. Me gustan los libros que me hablan de culturas que me son desconocidas, de países lejanos. Me apasionan, en especial, las maneras de narrar de los escritores asiáticos como es el caso de Tan Twan Eng, por lo poético de su prosa, por las maravillosas imágenes que describen, por sus metáforas tan diferentes a las nuestras… Un estilo muy particular que desvela una cultura y unos valores muy distintos a los europeos.
"Yo nací con el don de la lluvia, me dijo una vez una vieja adivina en un templo aún más viejo”, con esta sugerente frase comienza el libro. Este inicio ya nos desvela parte de la filosofía que lo impregna. El autor de “El don de la lluvia” bautiza de esta hermosa manera su novela porque, como él mismo explica en un pasaje del libro, la lluvia trae muchas veces la desgracia a la vida de las personas pero también es una fuente de vida, de renovación. Así el personaje principal del relato, Pillip Hutton, vivirá en medio de dos mundos y hará tanto bien como mal en su paso por la vida.
El autor nos sitúa de manera magistral en un escenario exótico en un momento convulso de la historia: la invasión japonesa de Malasia. Dos personajes entablan una relación de amistad que se verá puesta a prueba durante toda la trama. Dolor, traición, lucha de lealtades, crímenes (de guerra pero crímenes al fin y al cabo) son otros ingredientes que añaden emoción y alicientes a la historia. Mundos contrapuestos desde la primera línea. Choque de culturas y de maneras de pensar y vivir muy diferentes (chinos, japoneses, europeos, malayos). Un verdadero collage de ideas y concepciones plurales del mundo.
Otro punto a favor de este libro es el acercamiento y la recreación que hace del mundo de las artes marciales, su filosofía, sus movimientos, sus rituales. La existencia aparece concebida como una rueda de la vida, vidas que se suceden una tras otra para darnos la oportunidad de reparar los errores. También está marcada por la predestinación. El concepto japonés del honor, la manera de ver el mundo de la cultura china…El libro tiene una extensión considerable pero la narrativa de Tam Twan Eng es sencilla y ágil por lo que la lectura también lo es y la novela se acaba haciendo corta. Todo ello hace que “El don de la lluvia” haya sido alabada por la crítica y libreros de Estados Unidos y Reino Unido y nos hace entender que haya sido nominada al prestigioso Man Broker Prize de 2007.
Tan Twan Eng
Traducción al castellano de Carmen Torres García
Editorial: Berenice
Primera edición: noviembre de 2008
Género: Novela / Ficción Histórica
ISBN: 978-84-96756-99-1
524 páginas
Penang 1939. Phillip Hutton es el hijo menor de uno de los grandes magnates de la industria del caucho de Malasia. Nacido del segundo matrimonio de su padre, hijo de padre inglés y madre china, no acaba de encontrar su lugar en el mundo y ni siquiera en el sí de su familia. Su destino es siempre estar entre dos mundos.
Un buen día que se encuentra solo en casa, ya que toda su familia se ha marchado de viaje a Inglaterra, conoce a un diplomático japonés que viene a pedirle que le preste un bote para acceder a la isla que el padre de Phillip le ha alquilado. Endo-san, el japonés, se convierte en el maestro de aikido del chico, en su sensei, y le mostrará un nuevo mundo y una nueva filosofía de vida que le harán ir madurando poco a poco, encontrar su equilibrio personal y también su lugar.
Pero la Segunda Guerra Mundial, la invasión de Malasia por parte de los japoneses y todo lo que conlleva el verse inmerso en un conflicto bélico harán que su mundo se venga abajo. Una vez más se verá atrapado en la dualidad de su vida, condenado a estar siempre en medio de las cosas. Por un lado su lealtad al maestro, por el otro su familia, su país y todo lo que ama y en el centro de todo él. La devastadora invasión japonesa le llevará a colaborar con los enemigos para proteger a su familia. Convertido en un colaborador de los japoneses, en un perro lacayo, tendrá que ver morir a muchos de los suyos para que, harto de asistir impotente a su violencia y su crueldad, lo ponga todo en duda e intente hacer lo que considera justo luchando, en ocasiones, contra los dictados de su corazón.
El libro se inicia cuando Phillip recibe en su casa la visita de Michiko, la mujer que ama a Endo-san más allá de la muerte y se ve obligado a contarle todo lo referente a su relación con él. En el relato se nos desvela la historia del abuelo chino del chico, el modo en que falleció su madre, la historia de Endo-san, la profecía de la adivina, los propósitos de la amistad de Endo-san, la existencia de un nexo indisoluble entre los dos protagonistas desde mucho antes de conocerse… y muchísimas cosas más.
Quienes me conocen saben que un libro con un título hermoso, si además está escrito por un autor de nombre exótico e impronunciable, tiene muchos números de caer en mis manos. También tiene muchas posibilidades de gustarme como me ha ocurrido con “El don de la lluvia”. Muchas veces elijo libros simplemente por su título. Tal vez no parezca un buen criterio pero a mí me da muy buen resultado. Me gustan los libros que me hablan de culturas que me son desconocidas, de países lejanos. Me apasionan, en especial, las maneras de narrar de los escritores asiáticos como es el caso de Tan Twan Eng, por lo poético de su prosa, por las maravillosas imágenes que describen, por sus metáforas tan diferentes a las nuestras… Un estilo muy particular que desvela una cultura y unos valores muy distintos a los europeos.
"Yo nací con el don de la lluvia, me dijo una vez una vieja adivina en un templo aún más viejo”, con esta sugerente frase comienza el libro. Este inicio ya nos desvela parte de la filosofía que lo impregna. El autor de “El don de la lluvia” bautiza de esta hermosa manera su novela porque, como él mismo explica en un pasaje del libro, la lluvia trae muchas veces la desgracia a la vida de las personas pero también es una fuente de vida, de renovación. Así el personaje principal del relato, Pillip Hutton, vivirá en medio de dos mundos y hará tanto bien como mal en su paso por la vida.
El autor nos sitúa de manera magistral en un escenario exótico en un momento convulso de la historia: la invasión japonesa de Malasia. Dos personajes entablan una relación de amistad que se verá puesta a prueba durante toda la trama. Dolor, traición, lucha de lealtades, crímenes (de guerra pero crímenes al fin y al cabo) son otros ingredientes que añaden emoción y alicientes a la historia. Mundos contrapuestos desde la primera línea. Choque de culturas y de maneras de pensar y vivir muy diferentes (chinos, japoneses, europeos, malayos). Un verdadero collage de ideas y concepciones plurales del mundo.
Otro punto a favor de este libro es el acercamiento y la recreación que hace del mundo de las artes marciales, su filosofía, sus movimientos, sus rituales. La existencia aparece concebida como una rueda de la vida, vidas que se suceden una tras otra para darnos la oportunidad de reparar los errores. También está marcada por la predestinación. El concepto japonés del honor, la manera de ver el mundo de la cultura china…El libro tiene una extensión considerable pero la narrativa de Tam Twan Eng es sencilla y ágil por lo que la lectura también lo es y la novela se acaba haciendo corta. Todo ello hace que “El don de la lluvia” haya sido alabada por la crítica y libreros de Estados Unidos y Reino Unido y nos hace entender que haya sido nominada al prestigioso Man Broker Prize de 2007.
Me alegro mucho mucho mucho de ver que los libros que te envié te han gustado un montón y que los has disfrutado a tope.
ResponderEliminarDespués del gran favor que me hiciste me reconforta que al menos te lo has pasado bien leyendolos y reseñandolos.
Te quiero mucho
Josephb
Hola Mc, estoy disfrutando mucho con los libros que me regalaste (para mí fue un regalo y como regalo lo disfruto). La verdad es que me encanta hacer esto, hasta he recibido una felicitación de La Factoría por la reseña de El Espectáculo del Vampiro(has leído la entrada?), así que no me puedo quejar. Te mando un abrazo y también todo mi cariño, deseando que esta nueva etapa de tu vida sea maravillosa. Besos
ResponderEliminarHola Bruja, hace tiempo que no te dejo comentarios, no es por falta de ganas sino de tiempo, ya sabes, parque temático=trabajo a tope, cuando llego a casa hago mis entradas y comento lo mínimo porque me quedo dormida sobre el teclado del ordenador, y a veces, ni siquiera puedo con lo mío. Así que, hoy tengo fiesta y aprovecho para decirte que me parece interesantísima esta historia, más cuando trata sobre el mundo oriental, sabes que me encanta y seguro que la leo. Me la apunto!
ResponderEliminarBesos!!
Hola, Carol, tengo más libros pendientes de temática oriental para leer y alguno que ya he leído y que te recomendaré especialmente. Un beso y ánimo con el trabajo. Malo si falta y malo si sobra pero mejor que sobre un besote
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