martes, 4 de marzo de 2014

Y LAS MONTAÑAS HABLARON



Y las montañas hablaron, Khaled Hosseini
Salamandra, Barcelona, 2013. 382 pp. 20,00 €

En el año 2003 Khaled Hosseini irrumpió en el panorama literario internacional con su novela Cometas en el cielo, todo un fenómeno editorial que se tradujo en grandes ventas e incluso en una versión cinematográfica. El libro nos llevaba hasta un país tan poco conocido para los occidentales como Afganistán, con una Historia reciente tan apasionante como convulsa. La historia que narraba era a un tiempo descarnada y tierna, tanto que en algunos momentos sacudía al lector. Recuerdo una lectura llena de emociones. Para muchos lectores este se convirtió en uno de esos libros que se guardan en la memoria y se suelen recomendar.
Es tal vez por todo eso que Y las montañas hablaron no acaba de convencer al lector, demasiadas expectativas que no se llegan a cumplir. Esta vez Hosseini ha querido hacer un libro de personajes, su campo de visión es más amplio. La acción sucede por todo el mundo y en diferentes épocas históricas, desde los años cincuenta hasta nuestros días, con lo cual el movimiento es contínuo tanto espacial como temporalmente. La trama no es lineal aunque tiene un hilo central, una historia a través de la que se articulan las demás. En ocasiones cuesta llegar al momento en que se vislumbra esa conexión, por lo que la lectura puede parecer inconexa. Se trata de personajes que se encuentran en un cruce de caminos, han de tomar decisiones que serán determinantes. A través de cómo se desarrollan los hechos posteriores el autor reflexiona sobre la importancia que tienen las decisiones que tomamos. Tabién encontramos en el libro el que podría ser el alter ego del autor, que no es otro que Idris, el médico que emigra a los Estados Unidos. A través de él nos acerca a lo que Hosseini define como “la culpa del sobreviviente”. El sentimiento de culpa y el arrepentimiento son algunos de los temas recurrentes del libro.
Comienza el libro con un padre que cuenta a sus dos hijos, Pari y Abdulá, protagonistas de la trama principal, la leyenda de un div, criatura sobrenatural del folclore afgano. Se trata de una narración al más puro estilo de Las mil y una noches con una moraleja que nos prepara para lo que sucederá a continuación, para vivir la historia central alrededor de la que giran las otras. Son muchos los protagonistas y muchas las tramas, el autor las hace encajar pero bien podrían funcionar por separado. Todas ellas son interesantes aunque a veces el lector tiene la sensación de que quedan a medias, de que no se les ha sacado todo el jugo. Recuerda en cierta manera el vicio de algunos escritores noveles que quieren contarlo todo en su primera novela. En esta ocasión Khaled Hosseini abarca mucho pero aprieta poco. La intensidad de las historias queda muy lejos de aquellas Cometas en el cielo que le hicieron famoso. Aun así, no se le puede negar la gran capacidad como narrador que posee este escritor afgano afincado en California. Su prosa es fluida y atrapa al lector y le hará disfrutar del libro.

DOCTOR SUEÑO



Doctor Sueño, Sthepen King
Plaza y Janés, Barcelona, 2013. 601 pp. 24,90 €

El Resplandor (1977) es uno de los libros más conocidos de Stephen King desde que debutara con Carrie (1973). Considerado como una de sus mejores obras, tanto por la crítica como por los lectores, se trata de todo un clásico del género de terror que ha quedado impreso en el imaginario colectivo gracias en gran parte a la película del mismo título que  basándose en él dirigió Stanley Kubrick en el año 1980. Muchos lectores estaban deseosos de saber qué había sido de Danny y Wendy Torrance y de Dick Halloran, los sufridos supervivientes del terrorífico hotel Overlook. Hasta el propio King confiesa que había seguido pensando en ellos. Tanto es así que treinta y seis años después de El Resplandor aparece Doctor Sueño, la muy esperada secuela.
Hacer segundas partes suele ser complicado porque siempre se tiende a la comparación más con una obra que casi desde su publicación se convirtió en un referente del género. Sin embargo, podemos decir que el autor supera el reto más que dignamente aunque no puede superar al primer título. Los fans del escritor no se sentirán en absoluto defraudados y quienes se acerquen por primera vez a él, disfrutarán sin necesidad de haber leído El Resplandor, aunque seguramente se quedarán con ganas de leerlo.
Doctor Sueño arranca en el punto en el que acabó su predecesora. A partir de ahí seguimos la evolución de Danny Torrance hasta convertirse en Dan, un adulto preso de sus demonios que cae en la bebida como parte de su herencia paterna y también para exorcizarlos. Mientras descubrimos qué fue de él desde que salió del hotel maldito o conocemos el paradero de su madre Wendy y el del cocinero del Overlook, el señor Halloran, empezamos a conocer también a los miembros del Nudo Verdadero. Al principio sólo sabemos que se trata de un grupo de gente que viaja en caravanas a través de todo el territorio estadounidense. Pronto sabremos más sobre sus peculiaridades, su forma de vida y sus apetitos. Y también iremos conociendo a la pequeña Abra Stone. Si al principio estas tres historias parecen inconexas gracias a la pericia narrativa de King iremos siguiendo la trama y entrando en ella hasta quedar atrapados.
Siguiendo el modus operandi que relata en su obra Mientras escribo (On Writing: A Memoir of the Craft), King planta la semilla de la historia y va dejando que crezca. A medida que conocemos más a los miembros del Nudo Verdadero vemos cómo Abra se hace mayor y vivimos de cerca los problemas de Dan con el alcohol hasta que se establece en un pueblo, encuentra un empleo y decide acudir a las reuniones de Alcohólicos Anónimos. Surgen otros personajes como Concetta, la abuela de Abra, sus padres, su médico de cabecera, Rose la chistera... Incluso regresa Tony, el amigo imaginario de infancia de Dan o la señora Massey, la ocupante de la habitación 217, que ya conocen los lectores de El Resplandor.
Pero pese a estar a la altura este no es ni mucho menos uno de los mejores libros del autor. No se esperen mucho miedo sus incondicionales, suspense que va in crecendo sí, pero el miedo moderado, concentrándose sobre todo al principio y al final. King vuelve a utilizar el tandem niño-adulto que ya usó en El Resplandor, pero mientras que en este el adulto quería acabar con el niño en su nueva obra forman equipo y el resultado no es el mismo, no funciona tan bien. Tal vez porque Abra no tiene ni de lejos el carisma del pequeño Danny al que aun recordamos paseando en su triciclo por los siniestros pasillos del Overlook. También es cierto que el lector se queda con ganas de saber más sobre Wendy y Halloran.
Pero con todo y con eso el libro convence. La eterna lucha del bien contra el mal es un valor seguro si se sabe manejar con la pericia que lo hace Stephen King. El autor parece haberse moderado un poco si nos remitimos a sus comienzos y a la dureza de sus tramas en los años 80 y 90. En este sentido algunos críticos apuntan a ese fenómeno que suele aquejar a muchos escritores en el otoño de sus vidas y que en el caso de King le hace buscar finales positivos en los que prevalece una lectura esperanzadora. Su estilo ágil, directo y sencillo, el uso de recursos propios de la narrativa policial, sus potentes personajes, que bien podrían ser el vecino de al lado, o el hecho de que el tiempo de la novela coincida con el del autor, son algunos de los ingredientes que hacen que sus libros funcionen tan bien. Los dos últimos, además, redundan en la verosimilitud de sus historias. Lector confeso de Lovecraft y Poe, cuya influencia se deja ver de tanto en tanto en su obra, King es un verdadero maestro a la hora de ambientar los terrores más espantosos en las situaciones más cotidianas.

TÉCNICAS DE ILUMINACIÓN



Técnicas de iluminación, Eloy Tizón
Páginas de Espuma, Madrid, 2013. 163 pp. 16,00 €
Siete años esperando un libro son muchos años. Ese es el tiempo que ha pasado desde que Eloy Tizón publicó su último libro. Todo ese tiempo han estado esperando sus devotos lectores, muchos de los cuales lo son desde que leyeron Velocidad de los jardines (1992) que se ha convertido en todo un clásico, en un libro de referencia para los amantes del género. Y tras tan larga espera, como es de suponer, las expectativas creadas por la aparición de sus Técnicas de iluminación era mucha.
Reconozco que al acercarme por primera vez a su obra, los dos primeros relatos de esta colección de diez me dejaron algo confundida.  Estas dos narraciones bastante poco convencionales, tienen más de poesía que de cuento. Pero pese a que no sabía muy bien a que atenerme, me dejé arrastrar por la lírica que rezuman ambos escritos, por la cantidad de imágenes que el autor crea jugando con las palabras, sugiriendo, seduciendo. Tal vez no acababa de entender su significado porque la forma no me dejaba centrarme en la acción que por otro lado me parecía algo surrealista, inconexa. Pero el pensamiento humano es así. Vuela de un tema a otro, no es una línea contínua ni siempre es racional. Hizo falta una segunda lectura para poder ver ese homenaje que el autor hace a Robert Walser y aquellos paseos suyos por el paisaje suizo, o para seguir el periplo de esa familia en su huída.
Tizón nos cuenta historias sencillas en apariencia que siempre esconden algo más. Una fiesta en la que no se sabe qué pasó, una caja cuyo contenido se desconoce… Da la sensación de que no comienzan por el principio sino que ya están comenzadas, y tampoco tienen un final. El lector debe entrar en el juego que le propone el autor, debe encontrar la pieza que le falta al puzzle, poner en marcha la maquinaria de la imaginación participando del relato de una manera activa. Mientras tanto, el escritor va creando una poética de la cotidianeidad, desgranando su mirada lírica sobre el mundo que le rodea.
En cuanto a los personajes, oimos su conciencia, entramos en su cabeza para ver cómo se enfrentan a las diferentes encrucijadas en las que los coloca el autor. Han de tomar decisiones. Se trata de seres a la deriva que siguen adelante pase lo que pase. La luz aparece como algo físico pero también como una metáfora, la de sentirse iluminado cuando uno decide lo que debe hacer, cuando descubre quién es y cómo va a enfrentarse a una disyuntiva. Y donde hay luz, necesariamente tienen que haber sombras. El claroscuro de la mente, las zonas más oscuras de la naturaleza humana, sus abismos en contraposición o como complemento de esas decisiones que nos ayudan a ver la luz. Tras escribir Velocidad de los jardines el listón quedó muy alto y eso a veces es complicado, puede parecer que es mejor dejarlo así, que cualquier cosa que venga detrás no podrá superar lo anterior. Pero no cabe duda de que, tras leer Técnicas de Iluminación el lector no se siente en absoluto decepcionado. En mi caso empiezo a entender por qué Eloy Tizón está considerado como uno de los mejores cuentistas contemporáneos en lengua castellana.

CUENTOS COMPLETOS



Cuentos completos, Roald Dahl
Varios traductores. Prólogo de Elvira Lindo. Alfaguara, Barcelona, 2013. 918 pp. 26,00 €

Hablar de escritores adictivos puede sonar a lugar común, a argumento para vender libros. En el caso de Roald Dahl decirlo después de haber devorado las más de novecientas páginas de la edición definitiva de sus cuentos es un hecho irrefutable. También el hablar de ediciones definitivas puede parecer argumento de venta, pero si tenemos en cuenta que sólo faltan tres de los cuentos de este escritor (“In the Ruins”, “Smoked Cheese” y “The Sword”) que por expreso deseo de sus herederos no están incluidos en ninguna de las antologías existentes en ningún idioma, habrá que aceptar que esta es la recopilación más completa que existe. Dicho de otra manera: la edición definitiva de los cuentos completos de Roal Dahl. Casi sesenta relatos entre los que se incluyen casi una decena inéditos en castellano hasta ahora.
Hacía tiempo que un libro de relatos no me engullía como lo ha hecho éste haciendo que sienta la necesidad de seguir leyendo para saber qué me depara cada una de las cincuenta y nueve piezas que componen el volumen. Hace tiempo, un editor que sabe mucho del género, me dijo que un buen libro de relatos es aquel que nos hace sentir la necesidad de seguir leyendo para saber qué va a ser lo siguiente con lo que va a sorprendernos el autor. Y Dahl sorprende por la variedad y la calidad. Los relatos están ordenados cronológicamente y en ellos puede observarse una tendencia progresiva hacia lo fantástico a la que daría rienda suelta en sus novelas dirigidas al público más joven (Charlie y la fábrica de chocolate y Matilda). Los primeros diez relatos son todos ellos de temática bélica y tienen mucho de autobiogáficos. Dahl fue piloto de la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundial y de su experiencia surgen historias de un asombroso realismo.
Como es lógico en una recopilación tan completa cabe de todo. Las temáticas son de lo más variado y en sus originales argumentos se mueve un amplio abanico de personajes: niños perdidos en la guerra, padres que hacen lo que sea por sacar adelante a sus vástagos, asesinos de perros, cazadores ingeniosos, adúlteros que juegan al engaño, jugadores que intentan hacer trampas… Situaciones y gente sacadas de una amplia y fructífera trayectoria vital.
En el prólogo a esta edición Elvira Lindo califica el tono que impregna la obra del escritor galés de “seco, ingenioso y carente de sentimentalismos”, y habla de un estilo subversivo que irrumpe de la manera más directa posible. A ello hay que sumar sus finales casi siempre ingeniosos e inesperados, sus golpes de efecto y un humor negro que en ocasiones roza la crueldad y que está presente en todas sus historias. Dahl se nutre de clásicos como los hermanos Grimm pero es mucho más realista y ello dota a sus historias de una enorme verosimilitud. En este sentido sigue la máxima de los cuentos clásicos en los que los malos son muy malos, sin matices, y permite a los buenos cualquier tipo de crueldad si se trata de impartir justicia. Se percibe en ellos una verdadera obsesión por hacer justicia. Cruel y divertido al mismo tiempo no es extraño que haya servido de inspiración a grandes del cine como Hitchcock, Spielberg o Tarantino. Un gran libro no sólo por sus dimensiones físicas. Un escritor y una obra muy recomendables.

VIDA Y OPINIONES DEL PERRO MAF Y DE SU AMIGA MARILYN MONROE




Vida y opiniones del perro Maf y de su amiga Marilyn Monroe, Andrew O’Hagan
Trad. Pilar Vázquez. Alba contemporánea, Barcelona, 2012. 309 pp. 22 €

Maf es un perro de alta cuna, descenciente de los nobles canes de la mismísima María Antonieta y ha sido criado en la casa de Vanessa Bell, la pintora británica hermana de Virginia Woolf. Con esos antecedentes, como no podía ser de otra manera, tenía que estar predestinado a ser alguien en el mundo canino. Así que por esas cosas achacables al destino o al azar este pequeño terrier abandona su hogar en la campiña inglesa para viajar hasta los Estados Unidos. Lo llevará hasta allí la madre de la actriz Natalie Wood que a su vez se lo venderá a Frank Sinatra que lo comprará para regalárselo a la mismísima Marilyn Monroe, ahí es nada. Y como el que no quiere la cosa el pequeño Maf, diminutivo de Mafia Honey, se convierte en el ser más cercano a la mítica actriz durante los dos últimos años de su vida.
No es esta la primera vez que un escritor convierte a un perro en el protagonista de su historia, en la voz que la narra. Algunos hasta les han dado una personalidad bastante humana. El primero que me viene a la cabeza es Mister Boones, el perro vagabundo del Tombuctú de Paul  Auster en el que vivimos en primera persona el día a día de los sin hogar, la dureza de la calle. O Stella, la protagonista de Te daba por muerto de Pet Nelson, uno de los ejemplos más recientes, auque en esta ocasión ella más que un perro pensante es la conciencia de su humano. Tampoco es la primera vez que un autor hace hablar a perros, moscas, hormigas y otros seres vivos en un universo paralelo que transcurre en la misma dimensión que la vida humana pero en una frecuencia acústica diferente: los animales se comunican entre ellos pero el oído humano no es capaz de entender lo que dicen.
Pero, aunque no es el primero, el perro de Marilyn es diferente a todos ellos. Maf es un perro muy pero que muy cultivado, con grandes conocimientos sobre arte, literatura, filosofía y demás parcelas del saber humano. Tiene una personalidad fuerte y arrebatadora, un verbo prodigioso, un excelente sentido del humor y un encanto físico que enamora. Pero no es eso lo que lo hace tan especial, en realidad su mayor encanto es ser el acompañante de una de las mujeres más hermosas, sexys y misteriosas del siglo XX. Y es que todo lo que tenga que ver con la Monroe nos resulta extremadamente atractivo a muchos. Eso y la inmersión del can en el faranduleo hollywoodiense de la época que nos lleva a conocer desde su prespectiva a famosos actores y directores de cine y hasta a algún que otro escritor, como la controvertida Carson McCullers.
La voz canina sirve al autor para reflexionar sobre temas tan trascendentes como la condición humana o la soledad, casi siempre con humor no exento de una profundidad que hace pensar. Maf se entrega a largas e interesantes disquisiciones que a veces son tan largas que acaban dejando de ser interesantes. Este es un libro entretenido, con un ritmo bastante ágil, pero que en ocasiones se atasca porque descoloca un poco que el perro Maf suelte sus discursos sobre Freud o Nietzche sin ton ni son, en medio de una reunión informal de actores antes o después de haber mordido a uno de los invitados, por poner un ejemplo. Las notas a pie de página, del propio perro, resultan un poco incómodas aunque también es cierto que nos hacen ver con claridad que Maf es un poco repelente.
Me llama la atención la frase de John Banville que aparece en la contraportada comparando este libro con grandes obras maestras como Lolita o El gran Gatsby porque, según dice,  la “novela es un canto a la inocencia” como estas otras dos. Como que no. El libro está bien pero tampoco hay que pasarse. Para los que busquen saber algo más sobre la vida de la Monroe en este libro, desengáñense, ella es sólo un señuelo, el verdadero y único protagonista es el perro.