Cosas
de niños, David Wagner
Trad.
Esther Cruz Santaella. Errata Naturae, Madrid 2015, 160 páginas, 15,50 €
El
mundo infantil es un universo aparte que transcurre paralelo al adulto pero que
se mueve en otros parámetros bien diferentes y tiene su propia y peculiar
lógica. Es fascinante, a veces muy divertido y otras verdaderamente sofocante,
los niños pueden ser seres entrañables y verdaderos tiranos. Cosas de niños del escritor alemán David Wagner es un retrato vívido y
fresco de este universo infantil, para conseguirlo se inspira en su propia
infancia pero, sobre todo, en su relación con su hija, la niña.
Escrito
en 2008 toma como punto de partida diferentes objetos, lugares, rutinas… y a
partir de esas cosas particulares y concretas nos muestra un mundo en el que
los que somos padres nos veremos reflejados. Lo anecdótico deviene
trascendental. Se trata de fragmentos breves de diferentes extensiones que van
conformando una especie de diario del día a día paterno-filial. Por su forma
puede recordarnos a libros como Cómo viajar sin ver. Latinoamérica en
tránsito (Editorial Alfaguara, 2010) del escritor
argentino Andrés Neuman, aunque el
contenido es del todo diferente.
Este catálogo de pequeñas cosas, de objetos sin importancia (como
los clips y gomas del pelo de la niña o sus cochecitos), lleva al autor hacia
la reflexión. La infancia es el tema central pero también es un pretexto para
hablar del paso del tiempo, la paternidad, los miedos que vienen aparejados a
esta experiencia vital, el olvido, el origen de la vida… Wagner invita al lector a hacer un ejercicio de introspección y a
pensar en su propia experiencia como padre y como hijo. Humor y nostalgia
impregnan por igual las páginas de este libro. Nos reconocemos en el padre al
tiempo que él se reconoce en la niña y recuerda cosas del pasado, de su propia
infancia y de su relación con sus padres.
El hecho de que la protagonista infantil sea “la niña”, de forma
totalmente impersonal, nos hace pensar en cualquier niña o niño, en los
nuestros propios o en el niño que fuimos. Tal vez porque como decía Daniel Goldin en su libro Los días y los libros, “El nacimiento
de un hijo es un re-nacimiento, uno re-vive, re-cuerda, re-gresa”. El diario de
anécdotas acabará siendo una especie de guía de lo que el padre aprenderá de la
niña, a veces un diccionario de peculiares definiciones. La niña crece y su
relación con el padre también.
Wagner se dio a conocer como escritor en el año 2010 con su novela Meine nachtblaue Hose y desde entonces
ha escrito varias novelas, antologías de cuentos, ensayos…, cosechando con todo
ello numerosos premios. Cuando Cosas de
niños se publicó en Alemania causó sensación entre los lectores porque su
autor se atrevió a destapar ciertos tabúes y ciertos temores. La maternidad es
un tema ampliamente tratado en la literatura pero no sucede así con la
paternidad. Wagner está considerado
una de las voces más prometedoras de la literatura alemana de su generación.