miércoles, 23 de marzo de 2011

HABITACIONES CERRADAS


Título: Habitaciones cerradas

Autor: Care Santos

Editorial: Planeta

Págs: 493

Precio: 20,90 €

Hay libros que estamos deseando acabar de leer. Recorremos sus páginas con esa voracidad que sólo experimenta el lector que ha quedado atrapado sin remisión por una historia y quiere saber más, avanzando como si estuviera poseído hacia el final. Pero esos suelen ser también los mismos que al pasar la última página nos dejan una especie de tristeza ante la perspectiva de la despedida. Hemos llegado al final. La historia ha terminado. Ahora solo queda el recuerdo. Habitaciones cerradas es uno de esos libros y en el recuerdo queda grabado como una gran novela de la que da pena despedirse pero que uno sabe con toda seguridad que volverá a leer.
Care Santos se ha superado. Como ella misma explicaba hace unos días en la presentación del libro en Barcelona ésta es su novela más ambiciosa. En ella muestra una madurez que ha ido adquiriendo obra tras obra y que nos confirma una vez más que es una autora que avanza, que aprende, que cada día va a más para darle más al lector. Y eso el lector lo agradece. En esta ocasión nos regala la historia de una saga familiar catalana que se inicia a finales del siglo XIX y que seguimos hasta la actualidad. El palmarés de personajes es muy rico y variado. A las personas reales que vivieron los momentos históricos que visitamos se unen las de ficción que encajan a la perfección dentro de la trama sin que uno sea capaz en muchos casos de establecer los límites entre lo realidad y lo inventado. Hay que resaltar el importante trabajo documental sobre el que se asienta esta obra.
Esta es una novela de personajes en la que destacan los femeninos. Maria del Roser Golorons, Teresa Brusés, Concha Martínez Cruces, Tatín Brusés, Violeta Lax Rahal u Olympia nos muestran un interesante mosaico de mujeres muy diferentes que vivían cada una a su manera esos tiempos de cambios. Desde la señora de la alta burguesía a la sirvienta, pasando por la jovencita seducida por el señor que acaba convertida en estrella de varietés. Diría que el libro retrata muy bien el papel de las féminas en esa época, su sometimientos a lo que dictaban las normas sociales y a sus maridos y su resignación o su lucha para cambiar esa situación. Entre los caballeros se lleva la palma Amadeo Lax, sin duda alguna. Un hombre temperamental, soberbio, pedante, egoísta y manipulador que, no obstante, también tiene sus debilidades y que se define sobre todo por su relación con el resto de personajes.
Habitaciones cerradas es muchas novelas en una. Es sin duda novela histórica pero también es novela negra, familiar, introspectiva, costumbrista, folletín romántico… una mezcla de géneros que consigue ser adictiva. Al mismo tiempo es un nuevo intento de la autora por adentrarse en temas que le interesan y preocupan como son la memoria histórica, el legado que vamos a transmitir a generaciones venideras (basta echar un vistazo a la dedicatoria: “Para los hijos, nietos y biznietos de mis hijos, que no sabrán quién fui”) o ese otro mundo que hay más allá de la muerte, el de los “inertes”.
La Barcelona modernista, el Espiritismo como doctrina filosófica, la industrialización, el incendio que destruyó los famosos almacenes El Siglo… y junto a estos grandes temas las pequeñas historias de algunas damas burguesas que se atrevieron a desafiar los convencionalismos para ponerse el mundo por montera, las vidas anónimas de los miembros del personal de servicio de las casas de los ricos o las vidas íntimas de los señores. Y misterios. Dentro de cada habitación cerrada se esconde un misterio que el lector anhela descubrir. Estoy convencida de que este libro tiene muchos números para convertirse en el que pondrá a su autora en el lugar que merece entre los grandes novelistas en lengua castellana, más allá de etiquetas de juvenil o adulta. Sólo hay un pero, discrepo con esa coletilla a la dedicatoria que Care hace a los hijos, nietos y biznietos de sus hijos, porque de nuevo tengo el convencimiento de que el nombre de Care Santos ya forma parte de la historia de la literatura con mayúsculas. Y para acabar, puesto que la autora es una consumada cocinera, haremos una referencia culinaria: este libro es como esos exquisitos guisos cocinados a fuego lento que contienen una pizca de esto, otra de aquello y un poco de eso otro de allí pero todo en su justa medida, digno del Tenedor de Oro y de las Tres estrellas Michelín.
http://www.labibliotecaimaginaria.es/page10.php

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