domingo, 15 de enero de 2012



Título: La familia del aire

Autor: Miguel Ángel Muñoz

Editorial: Páginas de Espuma

Págs: 474

Precio: 29 €

Los amantes del cuento, y de la buena literatura en general, están de enhorabuena. Si además no son demasiado dados al género ensayístico, serán doblemente afortunados. La familia del aire es un excelente tratado sobre el género cuentístico en primera persona o, deberíamos decir, en primeras personas. Y es que, a través de treinta y seis entrevistas aparecidas en el blog El síndrome Chéjov acompañamos a sus protagonistas a profundizar en sus respectivas obras y a reflexionar sobre el género y su estado actual, echando una mirada a sus últimos veinte años de vida. También es de agradecer que el entrevistador pida que se sugieran alternativas para mejorar su presencia e importancia en la literatura española o que se cuestione el por qué en este país sigue considerándose al cuento un género menor.
La génesis de esta obra comenzó en el año 2006 cuando Miguel Ángel Muñoz inició la andadura de su blog El síndrome de Chéjov (http://elsindromechejov.blogspot.com). Vivimos en un tiempo en el que internet ofrece multitud de posibilidades dado su amplio alcance y su inmediatez, son muchas las ventajas del medio. Es por eso que, quien más quien menos, todo hijo de vecino tiene su blog. En el caso de los escritores aún es más habitual, tiene más posibilidades y, me atrevería a decir, resulta casi necesario. Mientras unos lo dedican a colgar sus escritos para promocionarse, darse a conocer o lo utilizan para poder interaccionar con sus lectores, Muñoz convirtió el suyo en un referente para los amantes del género del cuento. Y lo hizo entrevistando a cuentistas, unos de renombre otros que comenzaban, y a ellos les dio voz a través de sus preguntas.
Las entrevistas se hicieron vía correo eletrónico. El autor se refiere a ellas como “antientrevistas”. Y sí, es cierto que este tipo de entrevista le resta la espontaneidad característica a este género periodístico pero, en contrapartida, le da profundidad. Los entrevistados pueden reflexionar con más calma y recrearse en lo que quieren contar lo cual redunda en beneficio del lector. Cada una de ellas es un pequeño ensayo en sí misma, pero con la frescura y la sencillez que da el hecho de estar conversando con alguien. Las respuestas están llenas de frases subrayables, de esas que los que intentamos aprender leyendo a los grandes solemos marcar con el lápiz, leer en voz alta y atesorar. Lo que se suele llamar verdaderas perlas.
En cada una de las entrevistas hay preguntas genéricas y otras específicas. En estas últimas el autor deja patente que conoce a fondo la obra de los escritores con los que está conversando, puesto que están llenas de detalles. La andadura se inició con una entrevista a Antonio Orejudo que, según explica en la introducción Muñoz, pese a no haber publicado ningún libro de cuentos contiene en sus libros “la presencia encastrada de cuentos”. A partir de ahí pasaron por el blog, y están contenidos en este volúmen, los decanos, los hermanos mayores, la quinta del 61, los representantes del cuento fantástico, los que transitan la “carretera de doble dirección” y los más jóvenes. Se echan a faltar algunos autores, pero eso es lógico. Muñoz atribuye estas ausencias a la gran vitalidad del género.
Conocer a un escritor a través de lo que escribe pero también a través de sus reflexiones sobre lo que escribe y el género en el que se adscribe. Algunas de las entrevistas son mucho más fluidas y los entrevistados se dejan ir, navegando y teorizando de manera natural y sencilla. Otras parecen haber sido respondidas más rígidamente, para cumplir el trámite. En cualquier caso todas aportan algo interesante y, en suma, junto con los amplios índices bibliográficos que las completan, constituyen una obra imprescindible para quienes amamos el cuento.
Entre mis preferidas, destacar la entrevista a Hipólito G. Navarro, distendida y cercana, sus respuestas son divertidas, amenas y sencillas sin perder un ápice de profundidad y rigor. Y para quienes quieran saber el orígen del título, lo hallarán en la que respondió Cristina Fernández Cubas. Ante obras como esta cuesta creer que el cuento siga siendo el hermano menor de la novela en España, un país donde existe tanta tradición y tan buenos cuentistas. Iniciativas como la que recoge este libro, sin duda alguna, ayudan a colocarlo en el lugar que le pertenece. Larga vida al cuento.Reseña aparecida en La Biblioteca Imaginaria http://www.labibliotecaimaginaria.es/page10.php

VIRGINALES



Virginales, Maurice Pons
Trad. Verónica Fernández Camarero, Tropo Editores, Zaragoza 2011. 108 pp., 17 €
Para muchos de nosotros la infancia es ese espacio de la memoria al que regresamos cuando las cosas no van bien. Ese lugar lejano e idealizado que nos perteneció una vez y que siempre podemos revisitar a través del recuerdo cuando la vida nos duele demasiado. Maurice Pons, además, convirtió sus recuerdos de infancia en una maravillosa serie de relatos que vieron la luz en revistas mensuales y que acabaron reunidos en un volumen bajo el nombre genérico de Virginales. Cuenta el autor que vivió una época de “soledad y desencanto extremos”. Afortunadamente eso se tradujo en este viaje a la infancia en busca de las sensaciones y emociones que le pertenecían antes de la Segunda Guerra Mundial ya que, asegura, parte de su vida y su obra desaparecieron cuando en 1940 Alsacia caía en manos de las tropas del III Reich.
La infancia de Pons está repleta de lugares comunes por los que el lector se adentra sin oponer resistencia, dejándose llevar por la certera prosa de este escritor, una prosa desprovista de artificios pero llena de encanto. Como encantadores son los personajes que pueblan sus relatos. Niños, preadolescentes puros e inocentes no exentos de esa maldad ingenua intrínseca a todo ser humano, esa inocencia que empieza a despertar a la vida adulta y a los sensuales placeres de la piel. Y digo de la piel porque no pasan de ahí, de la visión, el roce y la imaginación, pero que se disfrutan tan intensamente como todo lo que acontece por primera vez, porque los despertares son así.
Narradas en pasado por niños que han dejado de serlo, las historias de Virginales tienen la capacidad de trasportarnos a la infancia. Ese momento de nuestra niñez en que sentimos una emoción desconocida al ver los tobillos desnudos de nuestra prima. El día de nuestra primera comunión cuando escapamos de las miradas indiscretas con nuestro mejor amigo para sentir el calorcito de su cuerpo o la proximidad de su respiración. Todos siendo niños hemos experimentado ese amor callado y doliente por algún adulto de nuestro entorno al que sabíamos que nunca podríamos tener. Fantasías ingenuas, ensoñaciones inocentes tan intensas que se convierten en únicas e imborrables por muchos que sean los años que pasen.
Diez son los relatos que conforman el volumen junto con un prólogo del propio autor que acompañó a la reedición que se hizo en el año 1984. En dicho preámbulo Pons nos habla de sus primeros escarceos con la escritura, de su concepción de la literatura, de su decisión de convertirse en escritor y de su debut gracias a estos relatos. El último de ellos, Los mocosos, sirvió de inspiración a François Truffaut para su película Les mistons (1957), el que sería su primer largometraje. El relato es maravilloso y sobrecogedor, una de esas lecturas que te hace entrar en la historia que te están contando y que tiene un final tan duro como inesperado que dejará sobrecogido al lector. Al menos eso es lo que le ocurrió a esta lectora.
Muy criticados en su primera aparición, mal vistos por editores y escritores consolidados en aquel momento, estos Virginales le valieron a su autor el Gran Prix de la Nouvelle. Este galardón no sólo le otorgó reconocimiento y prestigio a su autor puesto que hay quien opina que abrieron “una vía de renovación en la literatura francesa”. En cualquier caso se trata de literatura de la buena en frasco pequeño.

lunes, 2 de enero de 2012

EL ESCRITOR Y SUS FANTASMAS



(El escritor y sus fantasmas 1963)
Ernesto Sábato
Austral
Colección Humanidades

© Herederos de Ernesto Sábato 2011
© Seix Barral 1963, 2011
1ª edición de junio de 2011
Género/ y tags: ensayo literatura
ISBN: 9788432248382
211 páginas

Argumento
Ensayo sobre la escritura de ficción. Reflexiones sobre el arte de escribir y la obra de algunos escritores, disquisiciones filosóficas y pensamientos de uno de los grandes de la literatura.

Opinión
Cuando se va un escritor, afortunadamente, nos queda su obra. Y es a partir de ese momento cuando empiezan a proliferar las reediciones de sus libros. Como no podía ser menos, unos meses después de la muerte de Ernesto Sábato en abril de este año, cuando le faltaban apenas unos días para llegar a los cien, volvió a ver la luz este ensayo, un clásico muy recomendable para todo aspirante a escritor.
Como el propio título indica, el autor reflexiona aquí sobre el oficio de escribir ficción. En sus propias palabras, “¿por qué, cómo y para qué se escriben ficciones?”. A partir de ahí nos regala una serie de textos de extensiones variables que van desde el aforismo de un par de líneas hasta los artículos más extensos de varias páginas en las que se entrega a la reflexión y teoriza sobre el acto creador, la novela, los personajes, la relación entre el autor y el lector… y otros muchos temas que le interesan. Al mismo tiempo entra a analizar la obra de diferentes autores como Alain Robbe-Grillet, Nathalie Sarraute, Borges o Sartre mostrándose crítico en muchas ocasiones.
Sábato encadena infinidad de confesiones sobre pasiones y obsesiones. La urgencia de escribir. La evolución del escritor desde el egoísmo al altruismo. El lenguaje como una fuerza de energía. Escribir como un acto reflejo para organizar nuestros pensamientos y comprender nuestras emociones. Todos estos apuntes tienen mucho de diario de escritor, de cajón de sastre. Algunas de las piezas de esta obra se hacen un poco arduas de leer y entender pero, al mismo tiempo, nos regala verdaderas perlas. Un libro a tener en cuenta pero para disfrutar de a poco.